Javier Borja Villegas

Javier Villegas, de 51 años, falleció en paz el 23 de julio de 2025, rodeado del amor de su familia. Nació el 3 de diciembre de 1973 en Arroyo Verde, Michoacán, México, hijo querido de Rosa Borja y del fallecido José Villegas. Le precedieron en la muerte su hermano Misael y su hermana América, quienes ahora lo reciben con los brazos abiertos.

Javier creció en Smithville, donde se convirtió en una figura conocida y querida—realmente no conocía a un extraño. Desde joven mostró su pasión por los autos, especialmente su querido Impala, así como un talento excepcional para el dibujo. Disfrutaba enormemente de estar al aire libre—le encantaba pescar en Ship’s Lake y cuidar con esmero su jardín. La jardinería no era solo una afición para él, era un arte, y nadie lo hacía mejor.

Lo que realmente distinguía a Javier era su gran corazón. Daba desinteresadamente, muchas veces en silencio, sin esperar reconocimiento—solo la satisfacción de ayudar. Para su familia, Javier era el pilar: el que mantenía unidos a todos, el que traía alegría a cada reunión, siempre con una broma o una sonrisa a flor de piel.

Fue un hijo dedicado, un hermano mayor protector y cariñoso, un amigo leal, un padre amoroso y un orgulloso abuelo. Su presencia llenaba de luz y calidez a quienes lo conocieron, y su ausencia deja un profundo vacío en muchos corazones.

Javier es recordado con cariño por su madre, Rosa Borja, sus cuatro hermanos, cinco hermanas y una gran familia extendida de sobrinos y sobrinas que siempre atesorarán su memoria. Le sobreviven sus cuatro hijos queridos: Ariana Villegas, Javier Villegas, Nick Villegas y Atyson Villegas; así como sus cuatro adorados nietos: Nalaya Evans, Naomi Evans, Nayeli Evans y Zalia Villegas. Su legado vive en ellos—en sus risas, su fortaleza y su amor.

Su pérdida es inconmensurable, pero también lo fue el amor que nos dio y los recuerdos que nos deja.

Dios vio que estabas cansado,

y que ya no había cura.

Así que extendió sus brazosy susurró: “Ven a casa conmigo”.

Con ojos llenos de lágrimas te vimos partir,

aunque te amábamos profundamente,

no pudimos hacerte quedar.

Un corazón de oro dejó de latir,

unas manos trabajadoras descansan al fin.

Dios rompió nuestros corazones para mostrarnosque solo se lleva a lo mejor.

Siempre en nuestros corazones.

Por siempre en nuestra memoria.Gracias, papá, por amarnos con tanta compasión.

Javier Villegas, 51, passed away peacefully on July 23, 2025, surrounded by his devoted family. Born in Arroyo Verde, Michoacán, Mexico, on December 3, 1973, he was the beloved son of Rosa Borja and the late Jose Villegas. He is preceded in death by his brother Misael and his sister America, who now welcome him with open arms.

Javier grew up in Smithville, where he became a familiar and friendly face to all—he truly never met a stranger. His early years were filled with a passion for cars, especially his cherished Impala, and a remarkable talent for drawing. Javier also found joy in nature—fishing at Ship’s Lake and tending lovingly to his garden, where his green thumb was unmatched. Gardening wasn’t just a hobby; it was an art form, and he was the best around.

What truly set Javier apart was his generous heart. He gave selflessly, often quietly, never seeking recognition—just the joy of helping others. To his family, Javier was the cornerstone: the one who kept everyone connected, who brought laughter to every gathering, and who always had a joke or a warm smile ready.

He was a devoted son, a protective and caring big brother, a loyal friend, a loving father, and a proud grandfather. His presence brought light and humor to those lucky enough to know him, and his absence leaves a deep ache in countless hearts.

Javier is lovingly remembered by his mother, Rosa Borja, his four brothers, five sisters, and a large extended family of nieces and nephews who will cherish his memory. And by his four beloved children: Ariana Villegas, Javier Villegas, Nick Villegas, and Atyson Villegas; and his four cherished grandchildren: Nalaya Evans, Naomi Evans, Nayeli Evans, and Zalia Villegas. His legacy lives on through them—in their laughter, their strength, and their love.

His loss is immeasurable, but so is the love he gave, and the memories he leaves behind.

God saw you getting tired,

And a cure was not to be.

So He put His arms around you

And whispered, “Come home to Me.”

With tearful eyes we watched you,

And saw you slip away.

Although we loved you dearly,

We could not make you stay.

A golden heart stopped beating,

Hard-working hands at rest.

God broke our hearts to prove to us,

He only takes the best.

Always in our hearts. Forever in our memories.

Thank you, Dad, for loving us so compassionately.

Visitation will be from 5:00pm to 7:00pm and a Rosary will begin at 7:00pm on Wednesday, July 30, 2025 at Marrs-Jones Funeral Home in Smithville. The Funeral Mass will be at 10:00am on Thursday, July 31, 2025 at St. Paul Catholic Church in Smithville with burial following at Oak Hill Cemetery in Smithville.